jueves, 1 de febrero de 2007

LO QUE DICE GREENPEACE

IMPACTOS DE LAS CEMENTERAS EN EL MEDIO AMBIENTE Y LA SALUD PÚBLICA

Greenpeace, 2000


El cemento es una mezcla de un 80% de piedra caliza y un 20% de arcilla y esquistos que se quema a una temperatura de unos 850-1020ºC. De este proceso se consigue el clinker o cenizas endurecidas, que cuando se pulverizan se obtiene el cemento.


1. 1. IMPACTO EN LA SALUD DE LOS TRABAJADORES


Sin tener en cuenta los materiales utilizados en los procesos de combustión para la obtención de energía, los hornos de las cementeras suponen una amenaza para la salud de los trabajadores, las poblaciones más cercanas y el medio ambiente, principalmente por los impactos del polvo procedente del horno de la cementera. Un estudio realizado a los trabajadores de cementeras en los Emiratos Árabes Unidos detectó que éstos padecían de tos crónica, bronquitis crónica, escozor de ojos, dolor de cabeza y fatiga(a). En otro estudio, los trabajadores de este tipo de plantas exhibieron una elevada prevalencia de síntomas respiratorios crónicos y reducción de la capacidad ventilatoria(b)

La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos detectó en 1995 contaminación de las aguas subterráneas asociadas a áreas de instalación de cementeras y en 36 casos documentaron el daño también a la atmósfera(c).


2. 2.
RESIDUOS PELIGROSOS EN LOS HORNOS DE LAS CEMENTERAS


Un problema añadido es la utilización de residuos tóxicos como combustible para el funcionamiento del horno. Se trata de restos de pinturas, tintas, neumáticos, disolventes halogenados y no halogenados, residuos industriales del petróleo, aceites industriales, fluidos de transmisión, fluidos hidraúlicos y de compresión, etc..

Ninguna incineradora, ni aquellas con sistemas de control de la contaminación de tecnología de vanguardia, puede destruir el 100% de los residuos. Los hornos operan a elevadas temperaturas (756 a 1134ºC), pero los metales pesados no se destruyen a ninguna temperatura. También se genera un grupo de sustancias químicas denominado “productos de combustión incompleta” (que incluyen dioxinas, furanos y una larga lista de compuestos orgánicos) en los lugares de la instalación donde ocurre un descenso de la temperatura (chimenea de humos, equipos de control de la contaminación o incluso en la atmósfera exterior de la cementera).

2.1
LOS METALES PESADOS


Normalmente, el 1,35% de estos residuos son metales (cadmio, arsénico, cromo, plomo, mercurio, cinc y talio). Este porcentaje puede parecer una pequeña cantidad, pero si tenemos en cuenta que en EE.UU. se queman 1,35 billones de Kg de este tipo de residuos, esto supone 18 millones de Kg de metales. Los metales no se destruyen en el horno de las cementeras, sino que se liberan al medio ambiente, a menudo en formas más peligrosas de la que entraron (por ejemplo adheridas a partículas pequeñas y finas que pueden penetrar en los pulmones del ser humano o alcanzar las aguas subterráneas).

Los hornos que queman este tipo de residuos emiten un 66% más de partículas que aquellos que queman combustible tradicional. Si queman residuos halogenados (con cloro, bromo, fluor o yodo) emiten un 203% más de partículas que las instalaciones que utilizan combustible fósil.

Las cenizas volantes de las cementeras están contaminadas con metales pesados si se utlizan residuos tóxicos. Estas cenizas además son muy alcalinas, lo que hace que los metales tengan una mayor movilidad en comparación con las incineradoras de residuos industriales.

La quema de residuos peligrosos es también la responsable de la emisión de productos de combustión incompleta, como las dioxinas y los furanos, a través de los gases de la chimenea, estas sustancias también pueden ser adsorbidas o incorporadas al polvo del horno de la cementera. En Estados Unidos se ha identificado a las plantas cementeras, que queman residuos tóxicos, como una de las fuentes más importantes de emisión de dioxinas al aire (quinto lugar).

Otras emsiones incluyen: tolueno, tricloroetano, cloruro de metileno, benceno, tetracloroetileno, cloroformo, naftaleno, estireno y xileno.

2.2
EL CEMENTO Y EL POLVO DE LAS CEMENTERAS CONTIENEN DIOXINAS


El cemento es uno de los principales componentes de las tuberías de distribución de agua potable en muchas ciudades norteamericanas. El polvo de los hornos de las cementeras es un subproducto de la fabricación del cemento, y se suele vender a los agricultores para tratar el suelo, o se deposita en lugares sin ningún control.

Análisis efectuados por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) estadounidense sobre muestras de cemento y polvo del horno, han revelado la presencia en todas ellas de dioxinas y furanos. Solamente se detectó la TCDD (la dioxina más tóxica) en las muestras que procedían de cementeras que quemaban residuos peligrosos. Está claro que la utilización de residuos industriales aumenta la cantidad de sustancias tóxicas presentes en el polvo de cemento y en el cemento.

A pesar de todo esto, el polvo de cemento no se considera residuo tóxico y peligroso.


3. 3.
PROBLEMAS DE AUMENTO DE LA PRESIÓN


Uno de los problemas más comunes de este tipo de instalaciones se produce cuando hay un rápido movimiento del clinker desde las partes altas del horno a las más bajas. El clinker a menudo se separa y cae como una avalancha generando gases calientes, que causa un tremendo aumento de la presión en esta parte del horno. Para prevenir una explosión o antes de que se genere algún daño a los equipos del horno, se instalan válvulas de escape. Las válvulas se abren inmediatamente liberando al medioambiente una nube de residuos cuya combustión ha sido parcial. De esta forma, las emisiones no atraviesan los equipos de control de la contaminación a pesar de tratarse de compuestos muy tóxicos (no han tenido una combustión completa). Las válvulas permanecen abiertas hasta que se corrige el problema, incluso después de que haya descendido la presión.


4. 4. OTROS PROBLEMAS

· · Tanto las cenizas de fondo como las cenizas volantes contienen niveles elevados de metales pesados y otras sustancias tóxicas que pueden liberarse una vez depositadas en vertedero.
· · Aguas residuales contaminadas con los mismas sustancias detectadas en las emisiones de la chimenea.
· · Inadecuados controles de las emisiones a la atmósfera.
· · Explosiones potenciales de los residuos incompatibles.
· · Accidentes en el transporte de los residuos tóxicos por carretera o ferrocarril.
· · Filtraciones y vertidos de los tanques de almacenaje.
· · Falta de entrenamiento y experiencia en el manejo de los residuos tóxicos.

La incineración de residuos peligrosos en las cementeras redistribuye el 100% de los residuos y sus subproductos procedentes del proceso de combustión. Esto no es reciclaje.

La única razón por la que se mantiene la incineración de los residuos tóxicos en las cementeras es la existencia de un vacio legal en este sentido, NO porque sean “seguras”.


(a) Abou-Taleb, A., Musaiger, A., y Abdelmoneim, R., 1995. Health status of cement workers in the United Arab Emirates. J. R. Soc. Health 115:378-381.
(b) Yang C., Huang, C., Chiu, H., Chiu, J., Lan, S., y Ko, Y., 1996. Effects of occupational dust exposure on the respiratory heath of Portland cement workers. J. Toxicol. Environ. Health 49: 581-588.
(c) U.S. Envirnmental protection Agency, 1995. Regulatory Determination on Cement Kiln dust. 40 CFR Part 261, Federal Register: February 7, 1995.

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NIEBLA, CONDADO DE HUELVA
Plataforma Cívica y apolítica constituida expresamente para oponerse al bárbaro atentado que supone contra Niebla, su desarrollo y la salud de sus ciudadanos la construcción de una estructura de Torre de 78 metros de altura en la Planta de Cementos, junto a un recinto monumental de interés histórico, planificada para hornos verticales a los que la Junta de Andalucía ha autorizado para la incineración de una amplia gama de residuos, incluidos los teóricos productos finales (compost) procedentes de la Planta de RSU de Villarrasa